En estos tiempos oscuros y, por qué no decirlo, también pesimistas debido a la crisis del coronavirus, no está de más recordarse a una misma que siempre hay esperanza. Que siempre, por muy difíciles que se pongan las cosas, el calendario seguirá avanzando y, con él, también el mundo, la vida, el cambio.

Y que, aunque a ratos no lo parezca, es primavera.

Eso significa que los estilismos de colores alegres y estampados entran en juego, en este caso, de una forma mental o imaginada que, más que materializarse en algo concreto, se prepara para un futuro próximo donde sí podamos llevarlos y, sobre todo, podamos salir a la calle con ellos.

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Pero ¿cuáles son los elementos principales para construir un look primaveral que dé buen rollo?

En primer lugar, la paleta de color. Puede ir de los tonos vivos o vibrantes a los pasteles, pasando por los neones o los llamados colores candy. Intenta incluir al menos una tonalidad que llame la atención en el outfit. Y, si son más, mejor.

En cuanto a estampados, no te cortes y juega a mezclar unos prints con otros aunque en un primer momento no veas clara la combinación. De hecho, hazlo sobre todo si en un primer momento no ves clara la combinación.

¿Y las prendas TOP? Piensa, por ejemplo, en vestidos largos de flores. En camisetas básicas con color. En denim en versión minifalda, shorts o pantalones largos de talle bajo, tradicional o (también) colorido, y hasta estampado. En zapas de deporte muy cómodas. En detalles de estilismo como nudos en las camisetas, botones abiertos o superposiciones.

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