La colección Otoño-Invierno 2020/21 de Yeezy se basa en la idea, ya anunciada hace tiempo, de que la ropa de alta montaña (o, al menos, la que tradicionalmente se ha considerado como tal) salga de su escenario habitual para convertirse en tendencia de street style.

Y en el caso concreto de la firma, en formato minimal, además.

Con una paleta cromática que se mueve entre los crudos, beiges, rosas pastel o verdes tenues y el azul eléctrico o el violeta, la marca que dirige Kanye West redefine la idea de vestir para el frío añadiéndole toda la sofisticación y, al mismo tiempo, toda la sencillez posibles.

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Los tejidos invitan a tocarlos. Y a guarecerse en ellos de las bajas temperaturas; como si de un refugio hecho de acolchados, peluche, espumas, algodones y puntos se tratase.

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Si hay una combinación que domine la propuesta, es la que suma pantalones acampanados de tiro alto y crop top (en cualquiera de sus declinaciones).

Yeezy también apuesta fuerte por los abrigos y chaquetas cortas tipo fluffy, con capuchas redondas y geométricas que le aportan al look un punto muy galáctico, retrofuturista. Y también noventero. 

Como no podía ser de otro modo, las botas de nieve forradas se convierten en el accesorio estrella del próximo Otoño-Invierno según Yeezy.

La sensación general es de simpleza, de naturalidad. No hay adornos ni detalles superfluos sino que la esencia toma el poder de los estilismos para, con mucha actitud, expresarse ante el mundo de un modo claro y conciso.

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Fotos: Gtres